Primero fuimos al Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Un lugar muy recomendable en verano es el Parque del Retiro, hay mucho movimiento por la tarde y no hace calor porque todo está en arboleda. Lo más destacado es el gran lago con servicio de alquiler de barcas con remos, una delicia desestresante.
En el mismo parque está el Palacio de Velázquez donde en ese momento había una exposición de arte contemporáneo de Cildo Meireles. Sus obras eran una crítica a la dominación colonial y su resultado en la la Historia. Se podía interactuar con algunas piezas según las instrucciones del autor.
Era un puerto en el que el mar estaba representado con fotografías del agua.
Se escuchaban diferentes sonidos de la naturaleza y de hombres y mujeres riendo y llorando.
Una casa de indios hecha con billetes de diversos países. En el suelo miles de huesos de buey. La circunferencia la formaba miles de velas blancas.
Una serie de pantallas emitiendo diferentes tipos de ruido blanco. Provocaba una sensación de agobio, locura y soledad.
Nos encontramos caminando por el Paseo del Prado el Palacio de Cibeles Centro-Centro. Entramos a una exposición también de arte contemporáneo, la colección de Helga de Alvear, El Arte del Presente. Constaba de fotografías, fotocomposición con materiales inusiales, esculturas en madera e instalaciones con sensaciones audiovisuales y olfativas.
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